¿Qué dosis de verdad puede soportar el
ser humano?
No es sencillo hablar de una de las piedras angulares de la filosofía mexicana, hombre de vastos estudios y de gran repercusión en la educación estética del México contemporáneo: Samuel Ramos.
Te presento hoy aquí un texto proveniente del libro: El perfil del hombre y la cultura en México, obra que se caracteriza por se una de las precursoras en el ámbito del análisis del mexicano y que algunas de las ideas propuestas por el filósofo, siguen aun vigentes.
Los temas que aqui encontrarán son:
Psicoanálisis del mexicano
La educación y el sentimiento de inferioridad
Cómo orientar nuestro pensamiento
La pedantería
Realicé dicha elección con base en la actualidad que los textos pueden tener en relación con el contexto en que vivimos, así como en la importancia que estos pueden representar para la sociedad que ta gravemente ha sido afectada en su pensamiento.
Hay varios puntos importantes a resaltar sobre estos textos y que brevemente abordaré sin profundizar tanto en el tema, lo importante es que cada quien saque sus razonadas y no sentimentales conclusiones:
- El primer paso es aceptar. Somos lo que somos y de alguna manera llegamos a ser así, la crítica aquí expuesta representa una vista hacia nosotros mismos, hacia nuestras elecciones y hacia nuestra forma de ver el mundo. No se trata de un mal hablar sobre la condición del mexicano sino, se tratra de una puesta en crisis de lo que somos precisamente para darle un curso diferente.
- No sólo se trata de nuestra personalidad, también intervienen factores históricos en donde heredamos algunas malas costumbres y éstas, han permanecido por mucha comodidad o ignorancia.
- La educación vital, forma parte de la preservación o eliminación de ciertos modos de pensar y de actuar. Si desvinculamos la educación de la vida, ésta, termina por abarcar el dominio técnico generándose una desmesurada alabanza sobre las potencias tecnológicas y económicas, llegando al olvido de los propios orígenes y por tanto, de su propia identidad.
- Cambiar a México implica en un principio cambiar como individuo y después como nación. Para ello, se requiere de un método, de un camino a seguir, uno no puede cambiar de un día para otro. El proceso es largo, arduo y requiere de mucha constancia. Uno no puede decir: "hoy comienzo a pensar y a ser diferente", se necesita saber cómo pensar para aprender a elegir.
- Pretender ser un intelectual por haber leído 30 libros, tomado algunas fotos o escrito un par de textos, es un acto típico de la pedantería. El problema es que el pedante se siente conquistador del pensamiento, y como tal, él no es un conquistado, grave error. El conocimiento no es un archivero de citas, no es un acto acumulativo y pasivo. Aquel que realmente tiene un nivel intelectual importante, abre sus puerta al cambio, al diálogo y sabe en qué nivel ubicar su conversación. La pedantería es un mecanismo psicológico para cubrir nuestra condición de mexicano, hay que alejarnos lo más posible de ella.
Samuel Ramos puso a nuestra disposición un libro fundamental que permite comprender parte de nuestra esencia como mexicanos, hay que agradecerle poniendo en critica sus textos y preocuparnos un poco por nuestra identidad que cada día se pierde más, sobre todo ahora que se acerca el partido de la victoriosa "Selección mexicana" contra el incansable enemigo EU.
2 comentarios:
Me gustó mucho tu artículo, sobre todo la parte en que dices
"Aquel que realmente tiene un nivel intelectual importante, abre sus puertas al cambio, al diálogo y sabe en qué nivel ubicar su conversación".
Encierra una verdad difícil de entender para los ignorantes, imposible de aceptar para los pedantes. En todos los países, cuánto mayor es el nivel de ignorancia, menor es la apertura de comprensión y es casi imposible, con este tipo de personas, que acepten reconocer sus equivocaciones en general(tal vez porque confundan "reconocer errores" con "debilidad" y es todo lo contrario!)
Gracias por el artículo. Te felicito.
me interesaria saber el perfil de la mujer mexicana, reflejo (inexistente?) al otro lado del espejo.
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